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¿QUÉ MÁS HAY?

Continuando con el tema de que somos más de lo que vemos, hay otros aspectos de la frecuencia de vibración energética, que impactan profundamente nuestro proceso vibracional, eso que comúnmente denominamos “energía” y son, las cosas que nos rodean, el estilo de vida que llevamos, las amistades, como interactuamos con esas compañías, y la música entre otras.


Comencemos por el efecto de las personas de nuestro entorno.


Todas las personas que están a nuestro alrededor y que se relacionan con nosotros de forma directa o indirecta tienen una influencia sobre nuestra frecuencia vibratoria, el principio es el mismo, su campo energético afecta la vibración del nuestro y reaccionamos ante esas energías.

El efecto de las personas y el entorno en nuestra energía es real

Si te rodeas de personas quejumbrosas, reclamadoras, temerosas, maldicientes, rencorosas, y pesimistas esa será la vibración energética que estés impregnando a tus creaciones, esa será la energía que se impregna tu vibración energética, sin embargo, si te rodeas de personas alegres, creativas, sinceras, positivas, determinadas, conscientes y constantes, pues también nosotros entramos en esa vibración.


Las relaciones familiares y las amistades de la niñez son un eje fundamental en todo este proceso, pues es donde se crean los pensamientos, sentimientos y emociones que guardamos como patrones de comportamiento y relacionamiento con el entorno. Frente al evento que nos encontremos, nuestra respuesta puede ser positiva o negativa, determinando los patrones de comportamiento que se requieran, afectando también la frecuencia vibracional que emitimos como nuestro sello personal y así estará marcado todo nuestro comportamiento a futuro, ya de adultos, estos patrones marcan el comportamiento con la pareja, la familia que creamos, en el trabajo y con todas aquellas personas con las que interactuemos.


Así que el refrán, “dime con quién andas y te diré quién eres” cobra sentido en la medida, que hacemos consciencia que absorbemos las buenas o malas energías de otros, algunas veces sin saberlo, se puede decir que es como una manzana dañada que arrastra consigo a las que se encuentran junto a ella.


La pregunta aquí es, si reconoces cuáles son las personas “tóxicas” o que no tienen buena vibra y afectan tu vida ¿seguirías frecuentando a estas personas?, ¿tomarías alguna medida para que su vibración no afecte la tuya?


Por lo tanto, si descubres cual es la emoción que te producen estas personas en determinadas situaciones, no tan agradables, la estrategia plateada por David Hawkins es trabajarlas de la siguiente manera:

Acciones frente a las emociones

Ahora, revisaremos el efecto de las cosas que te rodean, es decir aquello que ves, oyes o percibes.

Cuando estas conectado en tu entorno, ya sea a programas de televisión, redes sociales o personas que de manera continua muestran desgracias, muertes, desastres o simplemente eventos desafortunados, tu cuerpo se ve afectado tanto a nivel energético como químico haciendo una reacción negativa que altera la dinámica del cuerpo a nivel físico, mente y espiritual.


Hay que permanecer conectado a cosas que nos hagan bien y que ayuden a vibrar en una frecuencia más elevada, eso nos mantiene emanando vida, irradiando felicidad, el cual es un poderoso catalizador de la energía.


Por ejemplo, que sucede con algunos de los medios de comunicación que hoy en día se enfocan en mostrarnos desgracias y noticias amarillistas, generando caos, vibrando desde la negatividad, aprovechándose de ello para así alimentar las bajas frecuencias que llevan a estados de miedo y desesperanza, permitiendo crear inconscientemente estos estados, sin permitirnos enfocarnos en atraer cosas que realmente son positivas y que le contribuyen al crecimiento y expansión de nuestra vida. Hay que ser vigilantes y observadores de que es la información que consumimos del entorno y cómo nos aporta.


En el trabajo, sea en una oficina o en tu propio espacio, dados los modelos de virtualidad, si pasas gran parte de ese tiempo en un ambiente desorganizado y sucio, competitivo, lleno de conflictos, esto también afectará a tu frecuencia vibratoria, es importante que mejores lo que esta a tu alrededor para tener una nueva vibración.


En la naturaleza, todo tiende a permanecer en un estado de caos y orden perfecto que permite mantener el equilibrio, así que organizarnos y ordenarnos le traerá más armonía a nuestra vida y alimentará nuestra frecuencia vibratoria. Hoy te invito a que te preguntes laboral y emocionalmente, ¿qué requiero en mi vida, más caos o más orden? Que te va a dar más ligereza y libertad. No te pierdas el artículo de mañana donde hablaremos de cómo introducir unas estrategias para esto.


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