En nuestro segundo día, que ya has tenido la oportunidad de definir esos objetivos y acciones que quieres alcanzar para lograr movilizar tu mundo, te invito a que conectes con la naturaleza, esto puede ser desde estar unos minutos en contacto con el sol, la lluvia, ver el amanecer o el atardecer, través de una caminata, sentarte en el pasto o simplemente caminar descalzos en la grama.
Se dice que el contacto con la naturaleza estimula la creatividad pues la cantidad de energía que nos proporciona estimula las neuronas y favorece el desarrollo cognitivo y el aprendizaje, lo cual reduce las tensiones a las que se ve enfrentado nuestro cuerpo diariamente y mejora las respuestas a los diferentes estímulos que llegan del entorno, no está de más decir, por su puesto, que esto genera una gran cantidad de beneficios como el refuerzo del sistema inmunológico, óseo y cardiovascular entre otros.

Las investigaciones que se han efectuado con referencia a estos refuerzos han dado como resultado que pasar tiempo en la naturaleza nos protege contra diversas enfermedades creando unas barreras especiales a nivel físico, mental, emocional, energético y espiritual.
Otro aspecto para resaltar es que ayuda a escucharnos a nosotros mismos, a entrar en comunión con nuestro Ser que forma parte de este universo. Se sabe que los colores y sonidos de la naturaleza estimulan la abstracción y facilitan la meditación e introspección, mientras estemos en condiciones adecuadas y en comunión con él, esto es lo que facilita el proceso de hacernos consciente de cómo funciona el mundo y cómo debemos cuidarlo.
Esta consciencia nos permite movernos libremente y observar con mayor asertividad, no solo ver lo que hay a nuestro alrededor, despierta la curiosidad e interés por conocer y saber un poco más de ella.
Es cierto que la naturaleza en su máxima expresión también tiene un lado profundo y agreste que debemos respetar para que nos trate de manera benevolente, eso es algo que no podemos olvidar, forma parte de esa comprensión y de cómo cuidar a Gaia, la madre tierra.
Ahora que has encontrado la opción de contacto con la naturaleza y que reconoces los beneficios de esta, ye invito a que entres en esa comunión y ahí te des la oportunidad de reflexionar sobre tus objetivos, los que acabas de definir o si ya traes otros en curso, como es tu relación con ellos, cuáles son tus emociones, cuando piensas en ellos.
1. ¿cuentas con los recursos para hacerlos?,
2. ¿el tiempo que definiste para llevarlos a cabo es viable para ti o requieres redefinirlo, se absolutamente sincero contigo mismo?
3. ¿Se requiere contactar a alguien o conseguir algo para llevar a cabo el objetivo?
4. ¿Qué energía, espacio y consciencia se requiere Ser y hacer para conseguir estos resultados?
5. ¿Alguno de tus objetivos te saca de tu zona de confort?, ¿Como lo hace?
6. ¿De alguna manera ya te habías propuesto este objetivo y aún no lo has conseguido?, ¿cuál es el reto que tiene para ti y hasta ahora no lo has logrado gestionar?
7. ¿a que nuevos espacios te podrían llevar el cumplir estos objetivos?
Es el momento que aproveches el impulso y con ello rienda suelta a tus sueños, mantén activo tu impulso.
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