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Llegó el día de pasar a la acción, de tomar todo el trabajo que hemos realizado hasta el momento, dejar de estar en las palabras y cristalizarlos en las acciones concretas que nos permitan empezar a movilizar nuestro mundo de forma concreta.


Aquí es importante identificar y clarificar que hay acciones que se ejecutan una sola vez y otras de forma continua y/o constante creando hábitos.


Las acciones que son de única vez son aquellas que se consideran hitos o momentos de verdad en nuestra vida, por ejemplo, a la hora de decidir un cambio de ciudad, realizar un viaje, optar por un tipo específico de empleo o emprendimiento, registrar tu negocio, nombre para tu emprendimiento, retirarse de un trabajo, aceptar una propuesta laboral, aceptar una relación o propuesta de matrimonio.


Para algunos de nosotros, estos momentos se conectan y alinean con emociones y patrones anclados en esta vida, ya sea de la infancia, la adolescencia o la adultez y en otros casos con eventos transgeneracionales, los cuales pueden llevar a paralizarnos y hacer un sabotaje directo sobre el resultado. Aquí hay dos opciones para movilizarnos y entrar en acción.


La primera y una de las mejores estrategias que conocemos y aplicamos es hacernos la pregunta: ¿Qué me impide realmente tomar esta acción? Y si lo hago ¿Qué sería lo peor que me podría pasar?, ¿En qué afectaría este resultado mi vida? pareciera que estamos regresando a etapas anteriores, sin embargo sí debemos hacernos estas preguntas es que algo nos quedó pendiente en las fases anteriores.


El éxito en la aplicación de esta estrategia, en esta o en las fases anteriores, es ser brutalmente honestos y aceptar lo que encontremos en ella, hacerle frente y dar el paso definitivo, si aún estás dudando a pesar de haber trabajado profundamente en ello, pregúntate ¿qué juicios, agendas ocultas, invenciones y mentiras te estás diciendo a ti mismo para no entrar en acción y obtener lo que deseas?


¡Listos para entrar en acción, momento de actuar!

La otra alternativa es asesorarte de un profesional que te acompañe a descubrir:

  • Cual es tu estructura y forma de pensamiento a fin de determinar qué estrategia utilizar para dinamizar tus acciones y sostenerte en el resultado.

  • Si estas acciones están alineadas a quien eres y lo que quieres para tu vida.

  • Cual son las emociones y/o patrones que te paralizan frente a pasar de la elección a la acción.

Optar por esta alternativa es un regalo que te permite conocerte, fortalecer y dinamizar aún más tu vida y por supuesto, aplicar este conocimiento a lo largo de las diferentes elecciones y acciones que tienes que hacer en tu vida pues muchas veces las emociones y los patrones son las representaciones generales de lo que requieres trabajar.


Por otra parte, están las acciones que debemos realizar de forma continua y de las cuales hacemos un hábito, por ejemplo, hacer deporte o ejercicio diariamente como montar en bicicleta, salir a caminar o trotar, cambiar los hábitos alimenticios e iniciar a alimentarte saludablemente, leer con una regularidad y aplicar lo aprendido, estudiar un determinado número de horas al día.


Para los que inician en su proceso de emprendimiento, estar al frente de su negocio y verlo como tal, sea de bienes materiales o servicios, requiere de un enfoque particular, ya tocaremos este tema en otro momento.


Volviendo al tema, la estrategia para pasar a la acción y la cual es muy útil en este tipo de generación de rutinas, se conoce como “camino al ascenso”, hablaremos de ella una vez tengas clarificado cuáles son acciones de una sola vez y cuales requieren crear un hábito o hacerlas de forma rutinaria.


¿Ya tienes definido y detallado tu plan de acción?, ¿cuando comenzaras a movilizar tu mundo?


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